[ Leona x Pantheon ] - FIC.

Los personajes de League of Legends pertenecen exclusivamente a RIOT GAMES.

Texto que cuenta la historia.

-Diálogos.-

Inicio de recuerdos y versión de los personajes.</i>

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La campeona de rojizos cabellos se hallaba en la sala de teletransportación para dirigirse de nuevo a su tierra natal, Targon, tras una árdua batalla en la Grieta del Invocador.

Llevaba su típico ropaje portando consigo su pesado escudo y su gran espada, los cuales depositó en el suelo de la máquina de teletransportación, cerrando los ojos, esperando ser llevada a su hogar.

Sintió como poco a poco sus pies dejaban tierra y su voluminoso cabello se movía con el viento que provenía de la máquina... Pasaron unos segundos y sus pies volvieron a tocar tierra, abrió los ojos y vio aquel precioso paisaje que le encantaba, Targon, esa montaña tan alta, rodeada de un precioso manto blanco, las nubes. Sonrió.

Leona se dirigió con paso algo cansado hacia su hogar, arrastrando su escudo y su espada. Llegando por fin a su humilde pero hermosa casa. Ya era de noche por lo que le costó encontrar las llaves que guardaba debajo de una pequeña estatua con forma de sol sonriente que había al lado izquierdo de la puerta. Dejó sus pertenencias a un lado, levantó la estatua y la buscó. -Dichosa Luna, ya podría alumbrar un poco más.- Replicó, cogiendo por fin su llave. Resoplando entró a su hogar, dejando cuidadosamente su escudo y su espada, recostados en la pared de la entrada, puso la llave en una mesita pequeña que quedaba a su derecha y se dirigió a las escaleras, encendiendo el interruptor de la luz para no caerse.

Llegando al piso de arriba, fue hacia la izquierda, encendiendo la luz de lo que era el baño, giró el grifo de la ducha, saliendo de ésta una confortable agua caliente. -Qué ganas...- Susurró algo desganada, pero al mismo tiempo, con ganas de darse un buen baño. -Dejaré que se llene del todo, mientras me desvestiré.- Comentó para sí misma mientras salía del baño, dirigiéndose a su habitación, encendió la luz, se estiró un poco y se dispuso a quitarse su pesada armadura.

Se deshizo de su parte de arriba, guardándola en su armario empotrado, se tocó un poco el cuello, le dolía... -Qué bien me vendría un masaje ahora mismo.- Cerró sus ojos recordando una escena de su infancia, cuando era pequeña y se hacía daño, su madre le masajeaba la zona herida, podía ser una despiadada guerrera, pero ante todo era madre. Abrió los ojos y, algo entristecida por sus recuerdos del pasado, se quitó la ropa restante, quedando desnuda frente al espejo que había al lado del armario, se miró y sonrió a sí misma. -Mierda, el agua sigue corriendo.- Salió medio corriendo, apagando la luz de su cuarto, hacia el baño... Llegando justo a tiempo para que el agua no se saliera de la bañera, aún así tuvo que quitar el tapón para expulsar una poca, ya que si ella se metía, el agua desvordaría y no quería eso. Cuando terminó, se metió delicadamente, apoyando su cabeza en el respaldo de la bañera y cerrando sus ojos.

[Recuerdo]</i>

b>-Leona, cada día estás más fuerte.-</b> Dijo un pequeño muchacho, su tono parecía feliz, pero era imposible saberlo tras aquel casco que jamás se quitaba. -Pero sé que aprendiste de mí, así que tu fuerza es gracias a mí.-

La niña de rojizos cabellos rió ante el comentario del muchacho, dándole un pequeño empujón. -Sí claro, qué menos.- Respondió la solari. -Por cierto Pantheon... ¡Tú la llevas!- Los dos muchachos comenzaron a correr, Leona iba primera perseguida por el pequeño guerrero quién la alcanzó con un gran salto, la pelirroja se dió la vuelta, pero ya era demasiado tarde para reaccionar. Pantheon calló encima de la solari, haciéndo que ésta se diera un pequeño golpe en la cabeza contra el suelo. Aunque el pequeño chico llevaba ese árduo casco, se notaba que estaba asustado. -¡Leona! ¿Estás bien?- Ágilmente se levantó del suelo, quedando detrás de la chica herida arrodillándose, poniendo su cabeza en su regazo, acariciando esos rojizos cabellos. Leona abrió los ojos, sentía un fuerte dolor en la cabeza, pero no era nada del otro mundo. Lo que fue de otro mundo ver tan de cerca esos ojos rojos como la sangre, la solari le miró fijamente, sacando sin querer un leve sonrojo en las mejillas. -Eh... Sí, tranquilo Panth, estoy genial, no ha sido nada.- Dijo levantándose nerviosa. Le miró y le dio un abrazo. -Gracias.- Se separó de él y le miró. -Nos veremos luego, debemos ir a cenar.- Se despidió la pequeña solari mientras su siluetra se dispersaba entre la espesa niebla del monte Targon ante los ojos rojos de Pantheon.

[Fin del recuerdo]

Leona acarició su propia mejilla, aún con sus ojos cerrados, recordando aquel momento en el que sintió la suave piel de Pantheon, su gran amigo de la infancia. Su amistad podría decirse que era legendaria, pero esa tarde tuvieron que enfrentarse.

Recordó como Leona condujo a su equipo hacia la victoria, estuneando por completo a su Ad Carry, el cual era un Graves que podía matar a quién quisiera, y ello hizo que el Ad Carry de su equipo lograra un asesinato cuádruple, sólo faltaba Pantheon, quien escapó con su ulti hacia la base y no pudieron darle caza. Finalmente el equipo de Leona se alzó con la victoria tirando el inhibidor,las dos torres restantes y destrozando por completo el nexo enemigo. La solari sonrió, había jugado bien y su invocador le dio la enhorabuena.

Miró sus dedos arrugados por el agua y pensó que ya era hora de salir de la bañera.

Salió, posando sus pies en una suave alfombrilla de algodón que utilizaba para no mojar el suelo, agarró su albornoz y se lo puso, acto seguido, cogió una toalla que había cerca y se la enrrolló en el pelo, se sentía cómoda y limpia y eso le encantaba.

Secó su denso cabello, se puso el pijama que solía usar para dormir, un pantalón largo de color crema, junto con una camiseta de tirantes del mismo color, sólo que con el dibujo en amarillo de un sol sonriendo.

Bajó a la cocina y se preparó la cena, una sencilla pizza de jamón y queso, espero a que se tostara bien, la sacó del horno, la puso en un plato y se dirigió al cuarto de estar, encendió la televisión y se puso a comer... A los pocos minutos de acabar la cena, ya estaba dormirda.

A la mañana siguiente, se despertó sobresaltada. Una voz resonó en su cabeza. -Leona, serás invocada para el siguiente partido, preséntate en el Abismo de los Lamentos con el atuendo de Valkiria.- La suave voz desapareció de su mente y se preparó tan rápido como pudo, saliendo de su casa escopetada, dejando previamente la llave en el solecito sonriente.

Llegó a la cabina de teletransportación, y para su sorpresa ahí estaba, su amigo y compañero Pantheon, esperando a ser teleportado.

-¿Leona? ¿Tú también vas a usar el teleport?- Le preguntó el guerrero.

-Sí, debo ir al Abismo de los Lamentos, me han llamado para luchar, aún no sé en qué equipo estaré...- Respondió acercándose a la cabina. <b<-¿Puedo ir contigo? Así no llegaré tarde.-</b> Le preguntó Leona con un tono algo suplicante.

-Claro, pero supongo que los escudos nos molestarán un poco.- Dijo él con un intento de hacer una pequeña broma, a lo que Leona se rió, y sin decir nada más, se metieron juntos a la cabina.

Era algo estrecha, pero pusieron sus escudos a sus espaldas quedando sus cuerpos algo cerca. Cielos, Pantheon daba gracias por tener ese casco que le protegía la cara, pues tener tan cerca a su amiga de la infancia le hacía quedarse totalmente estático.

[Versión de Pantheon]/i>

La cabeza de Leona quedaba a la altura de mi nariz, y eso hizo que me diera cuenta de lo bien que olía, joder, olía genial... Ella levantó la cabeza, entonces vi cómo su rojizo cabello comenzó a elevarse devido al viento de la cabina, lo cual indicaba que el teleporte había comenzado. Me estaba mirando a los ojos, sonriendo, tan cerca... Quise sonreírle también, pero mi casco impedía que me viera, era la primera vez que deseaba quitármelo.

Nuestros pies tocaron tierra, el teleporte finalizó y ella se despidió de mí con la mano.

Llegué al Abismo de los Lamentos y me colocaron en el equipo Morado, miré a mi alrededor y vi que mi equipo constaba de Nidalee, LeBlanc, Yorik... ¿Yorik? Hacía tiempo que no se le veía por aquí, me quedé algo asombrado, pero no le di importancia. Busqué al campeón que me faltaba, pero de repente unas manos taparon mis ojos.

-¿Qué broma es ésta?.- Grité enfadado, pensé que me habían tendido una emboscada, pero luego escuché una risa, cálida como el sol. <b<-¿Leona?.-</b> Pregunté extrañado.

-Desde luego... Qué carácter tienes.- Dicho éso, destapó mis ojos, me giré y la vi ahí, en frente de mí.

-Nos ha tocado en el mismo equipo...- Dije en voz baja mientras miraba como se reía y se alejaba a conversar con Nidalee. No pensaba dejar que la tocaran, Leona no daría éste día ni una muerte.

La batalla iba a comenzar, Leona y su invocador hablaban sobre qué objetos comprarse, el mío y yo lo teníamos muy claro, nuestro focus iba a ir directo a Caitlyn y seguidamente a Fizz, esos dos lo tenían claro si querían tocar a Leona. Solté un leve gruñido de furia al imaginarme a cualquiera de ellos tocandola... Mi invocador preguntó si estaba en condiciones de luchar, a lo que yo respondí tirando mi primera lanza a Caitlyn, él sonrió y proseguimos con la lucha.

[Versión de Leona]

Pantheon parecía serio, se notaba que su entrenamiento le había cambiado, ahora era mucho más seco y alejado... Pero eso era sólo una fachada, mera apariencia. Miré entristecida el suelo, pensando en los momentos que pasamos juntos de pequeños antes de que... Pasaran nuestras historias.

Estaba tan sumida en mis pensamientos, que no me percaté de que había caminado más lejos de la torre, y el equipo enemigo se estaba abalanzando sobre mí, cerré los ojos esperando la primera sangre, ya que mi invocador aún no me dio la orden de aprender ningun hechizo... Pero no me pasó nada, escuché un flash detrás de mí y la locutora dijo: PRIMERA SANGRE.

Abrí los ojos lentamente, el cuerpo de Pantheon yacía en el suelo. Me quedé petrificada, por mi culpa él tuvo que sacrificarse... Vi como volvía de base, con esos ojos rojos llenos de furia, pensé que, como es compresible estaría enfadado conmigo, yo me levanté y corrí hacia él.

-¡Pantheon perdóname!-

-No te tocarán.- Lo único que salió de su boca fueron esas tres palabras, entonces se puso delante de mí y ladeó la cabeza mirándome de reojo. -No te separes de mi lado.-

Acto seguido agarró su lanza y su escudo con firmeza, y ahora sí que había comenzado la batalla.

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¡Hola! Pues éste es el primer FanFic que escribo de League of Legends. La verdad es que es un poco complicado, pensé en hacerlo en plan "Instituto" pero es que está tan visto ya eso...

En fin, elegí PantheonxLeona porque creo que los dos son unos personajes muy fuertes pero juntos se ven tan adorables... xd

¿Qué os ha parecido? Me gustaría que me diérais ideas para mejorar, algo que aportar a la historia...

Está claro que éste es el primer capítulo, pensé hacerlo sólo de uno, pero luego me di cuenta que sería demasiado largo xd, así que supongo que lo dividiré en dos... Y si la cosa sale bien, quizás en más. ;3